Mentiras by Catherine O'Connor

autor:Catherine O'Connor
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Romántico, Novela
publicado: 2018-09-04T22:00:00+00:00

Megan madrugó. Bajó de la cama y abrió las cortinas, dejando que la luz entrara en la habitación. El lago estaba quieto, como un espejo de agua, pero una brisa soplaba entre los árboles, haciéndolo un día ideal para navegar. Imaginaba el tipo de embarcación que tendría Darrow, grande y clásica más que ostentosa, un total contraste que la pequeña barca de madera en la que iban años antes al lago.

Megan sabía exactamente qué se iba a poner. Había llevado con ella una americana azul marino y una camiseta azul y blanca a rayas a juego. Los sacó del armario, junto con unos vaqueros desgastados y unos mocasines.

Se dio una ducha y se lavó el pelo. Se lo secó y lo envolvió en la toalla y fue a la cocina. De repente se sintió como si estuviera de vacaciones, y quería disfrutar de un buen desayuno con Luke.

Puso una cinta y suave música llenó el silencio de la mañana. Se sirvió un vaso de zumo y lo bebió. Puso la mesa en el balcón para disfrutar de las vistas. A Luke le agradó que le levantara temprano, porque normalmente era reacio a madrugar.

—Bueno, ¿qué vas a hacer hoy? —preguntó Megan mirando encantada cómo devoraba su hijo el desayuno.

Era estupendo ver que su apetito volvía a la normalidad, o sea, insaciable. Esperaba que tuviera algo planeado porque odiaba dejarle solo.

—Tengo planes —respondió Luke, pero entonces vio la preocupación en el rostro de su madre—. Estaré bien. Ve y diviértete.

—¿Estás seguro? —insistió Megan, aún con dudas.

—Sí. Ya te he dicho que tengo planes —dijo apartando su plato.

—De acuerdo —Megan sonrió, sin querer discutir.

Entonces llamaron a la puerta.

—Es Darrow —dijo intentando sofocar la emoción que sintió—. No estoy lista —exclamó horrorizada cerrándose la bata de seda—. Déjale entrar mientras me visto —le dijo a Luke, corriendo a su dormitorio.

Se preparó deprisa y salió, deteniéndose en la puerta al verlos. Miró de la expresión seria en el rostro de Darrow a las mejillas rojas de su hijo.

—¿Qué pasa? —preguntó nerviosa al darse cuenta de que habían discutido.

—Nada —dijo Darrow mirando a Luke.

—¿Luke? —insistió Megan.

—Nada —dijo él inexpresivo.

Megan suspiró. Odiaba eso.

—¿Qué ocurre? —exigió.

—Pero yo podría hacerlo —insistió Luke enfureciéndose, pero encontrándose con un muro.

No estaba acostumbrado a semejante inflexibilidad.

—No —replicó Darrow con dureza—. Luke no tienes la fuerza ni los conocimientos, y además…

—Puedo hacerlo insistió Luke mirando resentido a Darrow—. No me das la oportunidad. Los otros quieren que vaya.

—¿En serio? Es irrelevante, porque no irás.

—Ven con nosotros —intervino Megan, intentando apaciguarlos.

Se sentía atrapada, entendiendo ambos puntos de vista.

—Vamos, Luke, será divertido.

—No quiero —replicó su hijo gruñón—. Me voy fuera.

Y al hacerlo, cerró la puerta con fuerza.

Megan suspiró de nuevo y se sentó en una silla. Nunca había visto a Luke tan afligido, y eso la disgustaba.

—Creo que no debo ir. No me divertiría. Creo que debo quedarme —añadió quitándose la americana.

Pero Darrow la detuvo.

—No —le dijo con firmeza volviéndole a poner la americana—. No has tenido un momento de descanso desde que has llegado. Ésta es tu primera oportunidad y nada te detendrá.

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